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sábado, noviembre 17, 2007

Walkscapes (II): Walkabout and songlines

Para Francesco Careri, no sólo creamos paisaje llenando el territorio de objetos, sino también llenándolo de significados. La práctica de otorgar un sentido simbólico al medio que nos rodea se remonta a tiempos remotos en la historia de la humanidad. Uno de los ejemplos más antiguos (y a la vez más originales) que ha persistido hasta nuestros días es el caso de los aborígenes australianos y su walkabout:


"El walkabout es el sistema de recorridos a través del cual los pueblos de Australia han cartografiado la totalidad del continente. Cada montaña, cada río y cada pozo pertenecen a un conjunto de historias/recorridos -las vías de los cánticos (o songlines)- que, entrelazándose constantemente, forman una única "historia del Tiempo del Sueño (Dreamtime)", que es la historia de los orígenes de la humanidad. Cada recorrido va ligado a un cántico, y cada cántico va ligado a una o más historias mitológicas ambientadas en el territorio. Toda la cultura de los aborígenes australianos -transmitida de generación en generación a través de una tradición oral todavía activa- se basa en una compleja epopeya mitológica formada por unas historias y unas geografías que ponen el énfasis en el propio espacio. A cada vía le corresponde su propio cántico, y el conjunto de las vías de los cánticos forma una red de recorridos errático-simbólicos que atraviesan y describen el espacio como si fuera una guía cantada. Es como si el Tiempo y la Historia fuesen reactualizados una y otra vez "al andarlos", al recorrer una y otra vez los lugares y los mitos ligados a ellos, en una deambulación musical que es a la vez religiosa y geográfica."

(La imagen que acompaña el post es una obra de Phylis Thomas; la encontré aquí)

jueves, noviembre 15, 2007

Walkscapes (I): A la deriva

Estoy leyendo Walkscapes. El andar como práctica estética, de Francesco Careri. Puedo discrepar de algunas de las ideas que Careri sostiene sobre el paisaje o sobre la ciudad, pero estos desencuentros no hacen sino aumentar la innegable potencia inspiradora del libro: me obligan a afrontar nuevas perspectivas de análisis, me fuerzan a repensar lo que ya daba por sabido añadiendo nuevos matices y asumiendo otros puntos de vista.


En Walkscapes, Careri recoge el testigo de dadaístas, surrealistas y situacionistas, y nos incita a deambular por la ciudad actual, a perdernos sin rumbo fijo en el dédalo urbano; caminar por las calles y los espacios abiertos saliéndonos de los recorridos preestablecidos, huyendo de nuestra ruta habitual: esta es la única vía para encontrarnos con ese territorio nómada que se esconde en los intersticios de la ciudad sedentaria. Los espacios transitorios, impensados e imprevistos, que en su día los dadaístas calificaban de banales y los surrealistas identificaban como el inconsciente de la ciudad, constituyen la cara oculta y desconocida del paisaje urbano, la imagen inversa de los no-lugares descritos por Augé: mientras que un no-lugar (un aeropuerto, un espacio comercial) está diseñado intencionadamente para ser un espacio impersonal, donde el significado y la identidad se diluyen en aras de la eficiencia y la seguridad, el espacio nómada es un espacio indefinido, no planificado, pero al mismo tiempo cargado de sentido. El retrato de la ciudad actual está incompleto sin la toma en consideración de su otro yo, constituido por lo que Careri llama las "amnesias urbanas".


"Las transformaciones, los desechos y la ausencia de control han producido un sistema de espacios vacíos (...) que pueden ser recorridos caminando a la deriva, como en los sectores laberínticos de la New Babylon de Constant: un espacio nómada ramificado como un sistema de veredas urbanas que parece haber surgido como producto de la entropía de la ciudad, como uno de los futuros abandonados descritos por Robert Smithson. Entre los pliegues de la ciudad han crecido espacios de tránsito, territorios en constante transformación a lo largo del tiempo. En estos territorios es posible superar, en estos momentos, la separación milenaria entre los espacios nómadas y los espacios sedentarios."


Las imágenes que acompañan el post son obra de esperantonia. Más, muchas más fotos que recogen el espíritu de la exploración urbana, en estos pools de flickr: Urbex, Urban Decay, Urban Fragments.

jueves, noviembre 08, 2007

Urban fiction

Paisajes urbanos desolados, impersonales, vacíos...


... que esconden microscópicas explosiones de vida


Ciudades que parecen meros decorados (lo son)...


... y vidas que parecen meros simulacros (o no)


Una bonita metáfora visual sobre la vida en la ciudad, Urban Fiction, de la artista china Xing Danwem. No dejen de leer sus reflexiones.

(Robado, con permiso, de Efímera)

jueves, octubre 11, 2007

Geografías

1) Por motivos que no vienen al caso, me veo obligado a pasar el otoño en Holanda, en un pequeño pueblo perdido entre la monotonía del paisaje y la monotonía del clima. Por motivos que no vienen al caso, preferiría no estar aquí. La consecuencia de los dos hechos anteriores es ésta: que el tiempo se ablanda, se expande en una masa informe y viscosa que lo impregna todo y que le añade a todo una gravidez y una textura distintas, peso excesivo, formas desdibujadas. A pesar de todo, es una situación que no deja de tener un cierto interés. En algunos momentos me parece estar librando una batalla absurda contra el tiempo, intentando rellenar infructuosamente el hueco de las horas con algo más que trabajo y pereza, nadando en un lodazal de minutos y días.


2) Tras cerca de tres meses sin conexión a internet, vuelvo a reencontrarme con la vieja rutina de los blogs. Ahora que estoy en un entorno extraño, el hecho de volver a recorrer a diario ciertas webs me provoca una sensación parecida a la de regresar al hogar. No es una exageración. La geografía virtual se superpone cada vez más a la geografía real para configurar nuestro espacio de la cotidianeidad. A diferencia de tantos y tantos espacios físicos por los que me veo obligado a pasar (aeropuertos; estaciones de tren, de autobús, de metro; centros comerciales, supermercados; entornos urbanos impersonales, vacíos, fallidos), muchos blogs y webs constituyen verdaderos lugares, rebosantes de vida, de ideas, de intercambios, de calor y de pasión.

Mumford dijo: "Acaso la mejor definición de la ciudad, en sus aspectos más elevados, consiste en decir que es un lugar destinado a ofrecer las mayores facilidades para la conversación significativa". Hemos de reconocer que la ciudad ha perdido en gran medida su capacidad para ejercer esta función, llenándose de no-lugares. O quizá lo que ocurre es que debemos cambiar nuestra noción de lo que es urbano: la ciudad ha dejado de ser un hecho exclusivamente físico para fundirse con lo virtual. Apuntemos aquí la necesidad de profundizar en nuestro conocimiento de estas nuevas geografías inmateriales, geografías de la información pero también de la comunicación y del afecto.

3) Geografías virtuales y geografías imaginarias. En una de mis recientes escapadas a París, pasé por la Librería Española (ahora en la calle Littré, número 7) y compré dos libros: "El libro de los seres imaginarios" de Borges, y la "Breve guía de lugares imaginarios", de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi. Busco en la literatura los lugares que no encuentro en mi entorno real. En la "Breve guía..." encuentro, por ejemplo, el País de los Encajes, descrito por Alfred Jarry (Gestes et Opinions du Docteur Faustroll, Pataphysicien. Roman Néo-Scientifique, París, 1911):

"Reino insular situado a unas seis horas de la Isla de Her. A medida que el viajero se va acercando a la isla, aparece ante sus ojos una región de una luz deslumbrante recortada contra las sombras. Dicen que el violento y repentino contraste es tan fuerte como el que provocó el nacimiento de la luz el primer día de la Creación.

El rey de los Encajes devana esta luz brillante y teje cuadros de vírgenes, joyas, pavos reales y figuras humanas que se entrelazan como en las danzas de las jóvenes del Rin. Motivos nítidos se dibujan contra la oscuridad absoluta del aire como las formas que en las ventanas pinta la escarcha, para desaparecer luego entre las sombras."
(He estado paseando a orillas del Rin. La luz era mortecina, y no había ni rastro de las muchachas danzantes... He vuelto a casa y me he sumergido de nuevo en las páginas del libro...)